Bueno, no. Ese es un título amarillista, pero ahora que tengo su atención déjenme que les cuente el malentendido.
Se los cuento porque a mi me pasa como a Mónica Geller. ¿Recuerdan ese capítulo de Friends, donde una chica le roba su tarjeta de crédito? Cuando Mónica revisa el estado de cuenta, se queja de que la ladrona se da la gran vida e incluso "¡compra en tiendas donde a mi los vendedores me intimidan!".
Puede ser bastante intimidante Masaryk, con sus guardias trajeados en las puertas y las vendedoras altas y bien vestidas, pero ¿saben qué? nadie te cobra por mirar y definitivamente nadie puede molestarte por hacerlo. En todo caso, lo que a mi puede sorprenderme es que me han tocado vendedoras más rudas en El Palacio de Hierro.
Hace tiempo, Bere y yo estuvimos en la boutique de Marc Jacobs ahí en Masaryk y nos trataron inmejorablemente, bueno, es trampa porque teníamos un permiso para tomar fotos (las puedes ver aquí). Después fui con mi hermano a comprar un perfume para mi mamá. E igual nos trataron súper bien a pesar de nuestro aspecto de hippies trasnochados.
A pesar de ese antecedente, Chanel me intimidaba y Louis Vuitton ni hablar. No había entrado nunca. Fue necesaria la compañía de Juan para animarme. La semana pasada andábamos por ahí y entramos a Louis Vuitton a ver de cerca las prendas y los zapatos de la colección de invierno. Sólo tenían dos vestidos de esa colección: este y este.
Después entramos a Chanel y es cierto, la experiencia de compra fue una experiencia Chanel. Los empleados agradables sin ser empalagosos, nos ofrecieron algo de beber y vimos de cerca las prendas de la colección inspirada en Shanghai, los zapatos con camelias y los lentes de sol. Yo compré los tatuajes temporales y salimos de ahí con una gran bolsa negra que pone "Chanel", cerrada con una camelia y un listón blanco muy mono. Incluso me devolvieron la tarjeta de crédito en una pequeña fundita también con una camelia. Ya saben, los pequeños detalles que hacen las grandes diferencias.
Más tarde, ya en casa, abrí mis tatuajes y vaya desilusión... en vez de las cinco planillas que debería haber encontrado, sólo había dos. Me alteré un poco y llamé inmediatamente para hacerles saber la situación, la chica que me atendió en el teléfono me recordaba y me dijo que no había problema, que fuera a cambiarlos. También me dijo que le parecía muy raro y eso me prejuició, me hizo pensar que al día siguiente me tratarían como una ladronzuela que pretendía conseguir ocho planillas por el precio de cinco.
Con todo y mis prejuicios y mi ropa de mercadito, fui a la boutique al día siguiente. Me atendió la chica que había tomado mi llamada, me dió un paquete de tatuajes (esta vez, completos) y me ofreció una disculpa.
Y, en fin. Amo mis tatuajes falsos, indoloros y duraderos (me puse el primero el sábado y todavía está intacto -hoy es lunes en la noche-). Son verdaderamente bonitos.
Se los cuento porque a mi me pasa como a Mónica Geller. ¿Recuerdan ese capítulo de Friends, donde una chica le roba su tarjeta de crédito? Cuando Mónica revisa el estado de cuenta, se queja de que la ladrona se da la gran vida e incluso "¡compra en tiendas donde a mi los vendedores me intimidan!".
Puede ser bastante intimidante Masaryk, con sus guardias trajeados en las puertas y las vendedoras altas y bien vestidas, pero ¿saben qué? nadie te cobra por mirar y definitivamente nadie puede molestarte por hacerlo. En todo caso, lo que a mi puede sorprenderme es que me han tocado vendedoras más rudas en El Palacio de Hierro.
Hace tiempo, Bere y yo estuvimos en la boutique de Marc Jacobs ahí en Masaryk y nos trataron inmejorablemente, bueno, es trampa porque teníamos un permiso para tomar fotos (las puedes ver aquí). Después fui con mi hermano a comprar un perfume para mi mamá. E igual nos trataron súper bien a pesar de nuestro aspecto de hippies trasnochados.
A pesar de ese antecedente, Chanel me intimidaba y Louis Vuitton ni hablar. No había entrado nunca. Fue necesaria la compañía de Juan para animarme. La semana pasada andábamos por ahí y entramos a Louis Vuitton a ver de cerca las prendas y los zapatos de la colección de invierno. Sólo tenían dos vestidos de esa colección: este y este.
Después entramos a Chanel y es cierto, la experiencia de compra fue una experiencia Chanel. Los empleados agradables sin ser empalagosos, nos ofrecieron algo de beber y vimos de cerca las prendas de la colección inspirada en Shanghai, los zapatos con camelias y los lentes de sol. Yo compré los tatuajes temporales y salimos de ahí con una gran bolsa negra que pone "Chanel", cerrada con una camelia y un listón blanco muy mono. Incluso me devolvieron la tarjeta de crédito en una pequeña fundita también con una camelia. Ya saben, los pequeños detalles que hacen las grandes diferencias.
Más tarde, ya en casa, abrí mis tatuajes y vaya desilusión... en vez de las cinco planillas que debería haber encontrado, sólo había dos. Me alteré un poco y llamé inmediatamente para hacerles saber la situación, la chica que me atendió en el teléfono me recordaba y me dijo que no había problema, que fuera a cambiarlos. También me dijo que le parecía muy raro y eso me prejuició, me hizo pensar que al día siguiente me tratarían como una ladronzuela que pretendía conseguir ocho planillas por el precio de cinco.
Con todo y mis prejuicios y mi ropa de mercadito, fui a la boutique al día siguiente. Me atendió la chica que había tomado mi llamada, me dió un paquete de tatuajes (esta vez, completos) y me ofreció una disculpa.
Y, en fin. Amo mis tatuajes falsos, indoloros y duraderos (me puse el primero el sábado y todavía está intacto -hoy es lunes en la noche-). Son verdaderamente bonitos.
hola, yo me encuentro en paris, pero debo reconocer q nunca he sido chica moda, peroo con el respecto a ver las tiendas, LV tienen que hacer fila para poder entrar, y aca todo mundo si te mira medio feito, ya sabes si no vas a La moda prisina..en fin. Saludos
ResponderEliminarEsos tatuajes eran tuyos, para eso los pagastes, si no vienen todos hay que quejarse, hicistes muy bien.
ResponderEliminarTe queda genial...
Un saludo :)
y a pesar de ser tan obvio casi nadie le pone atención a los pequeños detalles. Lindos tatuajes
ResponderEliminar¡Caramba!Va a ser difícil seguirte el paso si pretendiera comentar cada entrada.
ResponderEliminar¡Felicidades!
Mucho, mucho, mucho.
¡Ah! y el teléfono. Ayer iba a usarlo y quedé toda la tarde con la plancha en la mano. (Mensaje críptico gratuito)
y realmente que son intimidantes ahí en Masaryk, por los detalles que dices te ofreció la tienda, quiero ir a comprar la chuchería mas barata de chanel, que me recomiendas?? =)
ResponderEliminaraah estoy celosa!
ResponderEliminarquiero unos :D
Eso, no esperaba menos de Chanel que un trato amable, que tienen una imagen que cuidar, pero hablemos de lo bien que te quedan y que no hubo problema alguno, a la próxima nos vamos por un perfume a ver si el de 100ml no viene nada más con 40ml.
ResponderEliminarSaludos! (n_n)
Cada vez que entro a una boutique me gusta sentirme como mujer bonita.
ResponderEliminarjaja, pero todo es parte de la experiencia chanel no??
ResponderEliminartienes razon es algo intimidante, no se por que actuan asi ,tal vez es solo la percepcio, hay que atervernos .
yo tambien quiero los tatuajes
Hola,
ResponderEliminarA mi me tambien me da respeto entrar a esas tiendas, pero he entrado varias veces a la de Carolina Herrera y la gente aunque un poco altivos son batante educados.
Besos desde Barcelona
www.losangelestambienvistendeprada.com
Aca en el rancho no llegamos ni a Zara jaja pero cuando vivia en Mty una vez acompa;e a un amigo a comprar algo a LV y nos trataron super bien, muy atentos y simpaticos!
ResponderEliminarXellif: en realidad las chucherías baratas no son tan baratas... los tatuajes costaron 1,000 pesos. Cosas "pagables": cosméticos (labiales, rimel, esmalte de uñas) pero eso es para mujeres. También son pagables los perfumes para hombre o para mujer. Más costosos pero una buena inversión, los lentes de sol y creo que hasta ahí.
ResponderEliminarsi, masaryk si que incomoda yo fui hace algú tiempito con mi hermana y un amigo a comprar un anillo de compromiso y ya sabes fuimos a tiffany y si, lo increible es que te traten tan bien aún cuando no compres nada! nos metimos casi a todas las tiendas y que decir de los vendedores en cartier wow altos, guapos, argentinos y tan educados! es toda una experiencia como bien lo dices.
ResponderEliminarme pasa lo mismo! son tiendas que dan cosa entrar y sentir que te juzguen de "pobretona" y te miren de arriba a abajo... aproveché a ir en la Fashion Night Out pero aún así, te abren la puerta y te miran, huelen que no tienes tanto como para hacer una buena compra pero bueno.. al fin y al cabo ellos están trabajando allí no comparndo así que somos dos currantes solo que uno tiene demasiados prejuicios, jeje. besitosss. me encanta tu blog!
ResponderEliminarprecisamente me imaginaba así de baratas las chucherías de chanel XD y los lentes no terminan de convencerme, prefiero Ray Ban jeje, pero bueno solo por el lujo de comprar en Chanel habrá que encontrar una chuchería "barata"
ResponderEliminarNo habia visto tu post jejeje, que cosas de la vida, pero si en las grandes boutiques te tratan perfecto porque no ponen a cualquier marchanta como vendedora jejejeje, es el colmo que en los lugares mas chafas es donde te tratan de lo peor y se sientan UFFFFFFF.
ResponderEliminarDe todos modos en tus proximas compras y returns, me llamas y yo hago el arguende (se porten como se porten) jejejeje.
Me dan ganas de ir pero...si sólo voy a ver ¿no me verán mas como bicho raro pobre?
ResponderEliminarSi tengo día libre, iré a darme mi vueltecita