Están de moda los pequeños anillos muy delgados. Incluso los que no llegan a la base del dedo. Lo ideal para llevarlos es la acumulación:
Hace poco me preguntaron en twitter dónde se pueden comprar anillos de ese estilo y poco después conocí Libélula por Sofía, una marca de joyería mexicana creada en 2008. Tienen puntos de venta en el DF -en la Roma, en Polanco y San Ángel. Consúltalos aquí- y diseños de joyería variados, aunque para este post sólo elegí los anillos delgados, miren qué lindos son:
Los de la última foto son anillitos con inicial, yo tengo el mio: con una A, claro.
Con unos anillos así de bonitos, se antoja enfocar mucha atención en las manos y llevar un mani igual de bonito.
Según un estudio reciente de WWD, la mujer promedio compra 11 frascos de esmaltes de uñas al año. Acabo de contar los mios, por pura curiosidad, y llego a 46 diferentes porque hace unos meses me deshice de los viejos. Y es que (no me canso de repetirlo) los esmaltes son mi cosmético favorito: bajo mantenimiento, mucho lucimiento. Además del bajo costo... por mucho que un esmalte de lujo llegue a costar 300 o 400 pesos (y Essie cuesta considerablemente menos), si lo divides entre las veces que te pintas las uñas hasta acabártelos, cada manicure sale ridículamente barato si lo haces en casa.
Junto con los anillos de Libélula se me antojó usar algo de la colección Resort de Essie. Además de que los colores son primorosos, los nombres también. Esmaltes que sugieren "las cosas pueden ponerse un poco seductoras, en la cabaña" ya te mandan a mil lugares ¿no? Las pasarelas resort suelen reflejar una actitud sensual y liberal, de ánimo divertido y espontáneo. En Essie tradujeron estas sensaciones en 6 colores inspirados en colores de lencería que irán perfecto con esos anillitos coquetos y sugerentes.