Esta nueva fusión, la de
Mercedes-Benz Fashion Week México y
DFashion, genera expectativas. Los organizadores de ambas plataformas mencionaron, de muchas maneras distintas, que sumar hace la fuerza. Y estoy segura de que habemos muchos interesados en saber qué sale de la suma de dos plataformas con perfiles tan opuestos: la muy exclusiva y elitista
Mercedes-Benz y la muy
"alternativa" DFashion (esquematizándolo mucho, claro está).
Ayer, en la primera jornada, mi impresión fue que el carácter de
DFashion desapareció. No sólo en el logo, que es muy
Mercedes-Benz, sino en el público y más triste aún, en la relación con la blogósfera. Pero voy por partes.
El público de
DFashion solía ser bastante incluyente, dentro de lo que cabe. Normalmente acudían estudiantes de distintas disciplinas y aficionados varios, aunque no necesariamente con el poder adquisitivo para comprar las prendas. La sensación de que ese público (o al menos parte importante de ese público) no estaba ahí ayer la tuve todo el tiempo, pero creo que lo que mejor lo demuestra fue que
el desfile de Malafacha no se llenó. Yo había visto la presentación del trabajo de estos dos diseñadores en dos temporadas anteriores, siempre con lleno total, fans de hueso colorado y personas vestidas de la marca incluidas. ¿Esta vez? Ni de cerca. Eso lo contabilizo como una pérdida.
Anteriormente, la agencia de relaciones públicas de
DFashion era muy accesible con los bloggers.
Berenice y yo conseguimos nuestra primera acreditación como medio en DFashion primavera-verano 2010. Esta vez el registro para prensa sólo estaba disponible mediante la página de
Mercedes-Benz. ¿Mi experiencia? Me registré y no obtuve respuesta, ni siquiera negativa, sólo un mensaje automático "nos pondremos en contacto con usted". En el caso de Aldo fue peor:
le dieron una negativa al cuarto para las doce. Sin embargo, nosotros como bloggers sabemos que hay que buscarse las vías y si con la organización no funciona el otro camino es buscar invitaciones directamente con la marca. ¿La desventaja? Los lugares obtenidos no suelen ser tan buenos, y por buenos me refiero a tener un sitio con buen tiro para conseguir fotos decentes. El mejor lugar me parece indudablemente el área de fotógrafos, pero sin acreditación es imposible. ¿La última fila? Produce fotos con cortes muy extraños y ángulos poco favorables. Pero el día de hoy fue aún peor:
Juan y yo teníamos invitación para dos shows en horario continuo y lo que sucedió fue que, a causa del retraso con el que inició Edgardo Luengas, cuando logramos salir e ir a recoger las invitaciones para Gianfranco Reni, estas se habían agotado. Y cómo no, con tanto retraso.
Lo anterior me lleva a otra observación. Mientras en las capitales de la moda el retraso de un show es noticia -Lanvin empezando tarde porque Alber Elbaz decide cambiar el calzado en el último momento o Marc Jacobs empezando tarde y causando el enojo de Suzy Menkes- aquí en México el retraso es regla general. Y hablamos de retrasos de 40 minutos. Se puede siempre aducir la proverbial impuntualidad del público, pero vamos, la gente no llega tarde al teatro y no suele llegar muy tarde al cine, luego entonces esa impuntualidad tiene remedio. Pero al parecer la organización de
Mercedes Benz DFashion no tiene ningún interés en la puntualidad y eso me parece lamentable.
Mi conclusión, por hoy, es que en
Mercedes Benz DFashion no les importa nada la democratización de la moda. Y sus razones tendrán. Sólo quiero observar que después de la invención del prêt-à-porter (
ready to wear, listo para usarse) cuando sólo existía la alta costura, no ha habido otro movimiento tan grande de democratización hasta los tiempos que corren y que son los que nos tocan: la aparición de la moda low-cost y todo lo que sucede con el internet. Bloggers incluidos. Quede aquí escrito para futuras referencias.
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Así que sólo pude entrar al desfile de Edgardo Luengas. Yo no sabía nada de él hasta hace seis meses. Su colección de invierno fue un descubrimiento grato: inspirado en los años 20, Luengas presentó una colección excelentemente ejecutada (
y sentó a Blue Demon Jr. en primera fila, lo cual me pareció la mar de gracioso). Esta vez, estuvo a la altura de las expectativas que me causaran aquella colección.
Lo que vimos para primavera-verano 2011 fueron piezas muy comerciales, totalmente vestibles, elaboradas en textiles naturales de buena calidad. Una colección muy femenina, poseedora de un caracter propio y con unidad conceptual.
La mayoría de las siluetas ajustadas a la cintura, con escotes en el punto exacto para ser
sexies sin llegar ni a rozar lo vulgar y con cortes precisos y bien ejecutados. Vestidos que a veces dejan al descubierto las piernas y los hombros, y presentados con un estilismo romántico y vagamente retro en el que destacaron los turbantes. Pensados para mujeres que gustan de la elegancia clásica, es decir ausentes de estridencia pero sin ser para nada aburridos.
Edgardo Luengas se va, ahora si sin duda, a mi lista de diseñadores mexicanos favoritos.
todas las fotos tomadas por mi