¿te imaginas si las mujeres pudiéramos vestirnos como quisiéramos?

Las ciudades y como nos movemos a través de ellas configuran nuestra manera de vestir. Tal vez si me moviera en coche usaría tacones con más frecuencia. Y si nadie me molestara en la calle sin duda usaría más faldas cortas (me encantan las faldas cortas).


Hay ciudades en los que los atuendos de las mujeres se transforman con la primavera: más tirantes, más telas vaporosas, más shorts, más piel queda a la vista. 

Hay ciudades en las que te puedes vestir como se te dé la gana, como Los Ángeles. Aunque yo no pondría Los Ángeles en mi top 10 de ciudades favoritas del mundo sí me gustó, muchísimo, la experiencia de vestir literalmente como quieras (Garance Doré dice que nada la hace más feliz que eso).


Pensaba en ello ahora que Netflix estrenó la segunda temporada de Love. Pensaba en el estilo de Mickey y en cuánto de ese estilo se debe a que vive en una ciudad donde te puedes vestir como tú quieras. 


Supongo que esa es una de las cosas que más odio de la Ciudad de México: vestirme en función de cosas a las que preferiría no tener que dedicarles un segundo de mi pensamiento. Dejar guardadas las faldas si ese día andaré en metro. Echarme, siempre, algo encima de la blusa de tirantes. 


Porque en esta ciudad en la que vivo las mujeres no somos libres de vestirnos como queramos y, a juzgar por lo que hemos visto y leído la semana pasada, no lo seremos durante mucho tiempo más. 



3 comentarios

  1. Hola me parece muy cierto lo que comentas, fue algo que aprendí en China cuando vivía en Beijing, las mujeres pueden vestirse como quieran y el plus es que no te dicen nada en la calle, ni siquiera te miran, allá le dí rienda suelta a mi lado ultra femenino y faldoso. Una vez vi una chica que traía puesto un vestido de flores con olanes, encajes y brillitos, y para terminar medias brillosas y zapatos como de muñeca (nude o sosas). De verdad que en Mexico no te puedes vestir como quisieras y menos si vas a caminar. P.D. me encanta tu blog, big fan.

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    1. Gracias, Pilar. ¡Exactamente a eso me refiero!

      Ahora solo falta que el hecho de que nadie te diga nada no sea un "plus", sino algo completamente normal.

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  2. Totalmente de acuerdo, eso si se ve para largo. En China las faldas eran tan miniaturas que más parecian cinturones, eso si de arriba nada que enseñaban :)

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