Gala del MET 2017: ¿Qué significa "avant-garde"?

"La gente solo quiere ropa barata y se contenta con verse igual que todos los demás". - Rei Kawakubo

Ayer, durante la gala del MET, una de las quejas más repetidas en twitter era "¿por qué los invitados no respetan el tema de la gala?". Y me parece que hay una confusión: la exposición tiene un tema, la gala tiene un código de vestuario. Normalmente están relacionados el uno con el otro, pero hay que tener eso en mente para (medio) entender por qué los invitados se ponen lo que se ponen. 

 Ilustraciones: Chic Sketch
Este año, el título de la expo es Rei Kawakubo/Comme des Garçons: Art of the In-Between y está dedicada a examinar el trabajo de la japonesa Rei Kawakubo, "conocida por sus diseños avant-garde y su habilidad de desafiar la nociones convencionales de belleza y buen gusto". (Lo anterior, según se lee en la página del MET). 

Toda la exposición está organizada para mostrar los experimentos "interterritoriales" que ha hecho la diseñadora desde principios de los años 80 hasta la fecha: ausencia/presencia, diseño/no-Diseño, moda/antimoda, antes/ahora, ropa/no-ropa. Estas y otras dualidades están separadas por "paredes imaginarias" que han sido derribadas por Kawakubo, quien siempre se ha interesado por exponer la arbitrariedad de las mismas. 

 Rei Kawakubo, rumbo a la alfombra roja de la gala de este año

Si las listas de "mejor y peor vestidas" cada vez tienen menos sentido, no tiene ningún caso ni siquiera intentarlas cuando estamos hablando del trabajo de alguien como Kawakubo. ¿Quién está "bien" vestida? ¿La que tiene "buen gusto"? ¡¿Pero qué demonios es el "buen gusto"!?

Eso no quiere decir que, individualmente, no podamos decir "me gusta, no me gusta", pero de ahí a decir "esto está bien" o "esto está mal" hay un abismo de distancia y más cuando el pretexto para hacerlo es alguien que con su trabajo solo ha afirmado que "bien versus mal" en la moda es una dualidad arbitraria y "derribable". 

Bueno. Entonces no podemos decir quién iba bien vestida y quién no. ¿Estamos?

¿Qué hacemos? ¿Nos ponemos a examinar quién se ciñó al tema y quién no? Jajajaja. ¡No, tampoco! Ceñirse al tema no significa ir vestido del diseñador homenajeado y eso me quedó muy claro cuando la gala estuvo dedicada a McQueen. Quién se pone cuál vestido depende de muchos tratos comerciales dentro de la industria de la moda pero esperen, más adelante voy a volver a esto... Supongo que sería aburridísima una gala donde todos fueran vestidos por el mismo diseñador -en el caso de las exposiciones dedicadas a un solo creador-.



 Nicky Minaj con una creación exclusiva de H&M (patrocinadores de la gala).

(Aquí un paréntesis divertido. En el caso de las galas con temas más amplios como "la identidad americana" o "el punk", claramente cada quién entiende el tema como puede o quiere, por ejemplo para Karlie Kloss punk significa "cabello oscuro", porque las rubias no pueden ser punks). 

Decíamos que una cosa es el tema y otra el código de vestimenta. Tradicionalmente, códigos de vestimenta existen 4 y son muy simples y prácticos (lee un post sobre eso, aquí). Además de los códigos de vestimenta tradicionales, en muchos eventos se usan códigos temáticos -y es eso a lo que llaman "el tema" en el caso de la gala del MET-.

 Tracee Ellis Ross, Sofía Sánchez y Stella Tennant, las tres en Comme Des Garçons
Para la gala de este año, el dress code era * wait for it* avant-garde que, como todos sabemos, significa "de vanguardia". Y, ay dios mío, aquí empiezan todas las complicaciones. 

Existe toda una corriente de pensamiento que dice que la historia no es lineal y por lo tanto "la vanguardia" no puede existir. Para ponerlo sencillamente: si todos fuéramos hacia el mismo lado, entonces algunos podrian ir hasta adelante (la vanguardia), pero como la historia no es una "gran marcha hacia adelante", entonces ¿quién va adelante? ¡Nadie! Supongo que si yo fuera una invitada a la gala del MET seguiría esta lógica y me pondría lo que se me diera la gana. 

Por otro lado, el término "vanguardia" suena irresistiblemente vintage: el "futurismo" como movimiento se inventó en 1909...

 Michelle Monaghan en Paco Rabanne otoño 2017 y collar Cartier

Quizá esa fue la lógica (la del futurismo vintage) que siguió Michelle Monaghan y por eso eligió un vestido de Paco Rabanne inspirado en aquella famosa colección de 1967.

¿Qué es avant-garde, hoy? Discutir eso me parece mucho más interesante que discutir quién iba bien vestida y quién no. ¿Es avant-garde usar telas orgánicas como lo hizo H&M para algunos de los diseños que confeccionó ex-profeso para lucirse en esta gala? ¿Es avant-garde la ropa sin género específico como el atuendo que eligio Rei Kawakubo para sí misma? ¿Es avant-garde ir medio desnuda como hicieron Kendall Jenner y Bella Hadid? ¿Es avant-garde llevar un vestido vintage como hizo Lily-Rose Depp? ¿Es avant-garde vestirte para esto como lo haces todos los días, especialmente cuando eres Rick Owens o Michèle Lamy? ¿Es avant-garde lo que está haciendo Alessandro Michele en Gucci?

Rick Owens y Michèle Lamy // Dakota Johnson y Alessandro Michele

¿Qué harías tú si te invitaran a una gala donde el dress code es "de vanguardia"?

Finalmente queda la cuestión de por qué no vimos más invitados vestidos de Comme Des Garçons. Las pocas que lo hicieron, además de la súper obvia Rihanna, fueron Stella Tennant, Anna Cleveland, Tracee Ellis, Helen Lasichanh, Sofía Sánchez (una de mis favoritas personales), Caroline Kennedy y Pharrell Williams. Un detalle importante en todo esto es que Comme Des Garçons es una marca que no paga a celebridades por llevar sus diseños y la alfombra roja del MET es también, como tantas cosas en la industria de la moda, un acontecimiento comercial. Pasemos a eso ahora sí. 

 Bella Hadid en Alexander Wang y joyería Bvlgari

Primero está el asunto de que seas invitada de una marca patrocinadora. La marca paga tu entrada de 30,000 dólares y si se trata de una marca de moda, lo normal es ir vestida de la misma (es el caso de Valentino o H&M). O puedes ser invitada de un diseñador y lo mismo (es el caso de Gigi Hadid vestida de Tommy Hilfiger o Selena Gómez de Coach). Estas marcas no gastan un dineral en invitarte para que le hagas publicidad a otra marca. Y no se trata solo de los gastos específicos para la gala del MET, en muchos casos estamos hablando de relaciones de largo plazo como la que tienen Tommy Hilfiger y Gigi Hadid. 

Coach, por ejemplo, ha conseguido una impresionante cantidad de publicidad y seguramente nuevos fans gracias a que Selena Gómez usó un vestido de la firma y se dió de besos con The Weekend. No nuevos fans como yo, claro, pero sí los que harán que la marca siga remontando y volviendo a colocarse como una marca de lujo (en vez de una de descuentos, como había sucedido hasta hace unos años). Las consumidoras jóvenes a las que apela Selena Gómez (y Coach en este caso) claramente se sienten atraídas hacia la propuesta de la marca, materializada en ese vestido inspirado en la lencería de los años 30. Así, el paso de Selena Gómez por la gala del MET es más un comercial gigante para Coach en el que Comme Des Garçons no tiene ninguna cabida. 


¿Lo anterior está bien o está mal? Depende para quién. Y aquí podemos, como siempre, recordar la sabiduría de Nigel: este negocio millonario no tiene nada que ver con la belleza interior. 

Hay diseñadores que venden. Otros desplazan nuestras ideas acerca de qué vestimos y cómo vestimos aunque el gran público no lo sepa (piensa en todos los clones de Vetements que hay en Bershka, desde pantalones con los bajos deshilachados hasta las sudaderas con mangotas). Algunos hacen las dos cosas (vender y cambiar nuestras ideas sobre el vestir). Y todos ellos se mezclan alegremente en la alfombra roja más interesante de todas: la del primer lunes de mayo. 



3 comentarios

  1. Creo que efectivamente el tema de la gala es uno y el código de vestimenta puede variar mucho entre interpretaciones del mismo. También creo que la comercialización del evento ha llevado a que la gran mayoría de los invitados no tenga ni idea ni interés en conocer sobre el diseñador celebrado, así que se vuelve una plataforma más para mostrar el cuerpo y hacer convenios comerciales. Es como organizar una fiesta de un año para un bebé e invitar a todos los amigos sin hijos de los papás. El ambiente cambia totalmente aunque haya decoración con globos y música infantil.

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