Intermoda Enero 2013

En diciembre del año pasado recibí una invitación para ir a Guadalajara a Intermoda. Todavía no llega el día en el que diga "no" a un viaje de trabajo así que sin tener mucha idea del evento, acepté. Lo que encontré al llegar allá me pareció sumamente interesante y quiero contarles un poco de que se trata, en líneas generales, antes de presentar la serie de posts que preparé y que podrán leer aquí mismo en esta semana.


Intermoda es la principal exposición del sector textil-confección en México. Esto es, una feria gigante donde fabricantes y proveedores de la industria de la moda exponen su oferta. El número estimado de visitantes es de 22,000 y alrededor de la expo suceden otra serie de actividades como desfiles de moda y conferencias de especialistas del sector. A la que yo acabo de ir fue la edición 58, y son 2 al año, así que échenle: Intermoda lleva 24 años con los que -en tiempo por lo pronto- se lleva de calle a cualquier otra plataforma especializada.


El objetivo de Intermoda es, según ellos mismos, impulsar todos los elementos necesarios para promover dentro y fuera de México un incesante comercio de prendas con mayor valor agregado mediante la incorporación de las tendencias de moda, así que las conferencias se centran en ello. Me pareció evidente que las marcas expositoras saben de negocios y muchas, obviamente, de tendencias, sin embargo siento que tengo que aclararles a que me estoy refiriendo con "tendencias".


En cuanto a moda femenina, agruparía la oferta de Intermoda en los siguientes grandes grupos: bodas y quinceañeras (incluidos accesorios), vestidos de fiesta, jeans, trajes de baño y ropa casual. También hay una sección muy grande de accesorios que van desde bisutería hasta bolsos y zapatos. 
 
Quinceañeras es, como cualquier mexicano sabe, todo un mundo con sus propios códigos. Hoy las quinceañeras se visten con colores neón o vestidos negros impensables en los tiempos en los que yo misma tuve 15 años. La moda de las quinceañeras se mueve y los fabricantes lo saben y ofrecen productos que satisfacen las necesidades de las compradoras. Así que de tendencias que les va uno a decir. Sin embargo las tendencias quinceañeriles no es un tema que me interese especialmente, ya no digamos que me fascine como otros fenómenos de la moda si lo hacen.


Las marcas de vestido de fiesta responden a un perfil de comprador muy puntual: abundan los drapeados, la pedrería por kilo y las lentejuelas. Los escotes para pechos generosos y las aberturas en las piernas. Lo que me parece interesante de observar es que existe tanta oferta porque evidentemente debe existir una demanda de correspondiente tamaño. Lo escribí un poco en este post, tratando de responder a ¿cómo es la moda en México? Una parte de ella así es: pedrería y drapeado. 

Los otros rubros me interesaron más: los trajes de baño, la ropa casual y los jeans. Los precios son competitivos en el terreno del low-cost y el diseño también. En lo que no compiten con las grandes cadenas, es en la marca. Porque todas pagamos muy a gusto 600 pesos por un vestidito en Zara pero probablemente no nos adentremos en las tiendas del Centro Histórico del DF. Porque nadie haría filas de 6 horas para entrar a una nueva sucursal de Nicholas o LOB y sin embargo ahí podríamos encontrar un vestidito que nos guste tanto como el de Zara y de calidad similar o superior.


Lo que quiero decir con esto es que la industria de la moda en México es un fenómeno grande y complejo. Industria, lo que se dice industria, la hay. De la que da trabajo. Sin embargo todo se antoja muy local: el público quiere una cosa, la industria se lo da y todo queda en casa. Los que buscamos productos que respondan a las tendencias globales buscamos en otro lado, no en las marcas mexicanas. Sin embargo no estaría mal voltear un poco más hacia esas marcas mexicanas. Marcas que no son las que desfilan en una pasarela en la Ciudad de México, marcas que, al contrario de algunas de las que si desfilan, tienen puntos de venta por todo el país. Estoy hablando únicamente de low-cost, porque si (yo) me fuera a gastar 9 mil pesos en un vestido sería un Marc by Marc, no un Eleganzza Fashion cuajado de pedrería. 

 Un interesante clon de Gucci primavera-verano 2012

¿Qué tendría que pasar para que alguien como yo (o como cualquiera de mis lectoras) gastara con el mismo gusto 9 mil pesos en una marca mexicana que en un Marc by Marc? Creo que esa es una de las preguntas a las que Intermoda busca dar respuesta.

***

Todas las fotos que acompañan al post son de distintos stands en Intermoda. Las instagramié durante el recorrido que hice de los 36,000 metros cuadrados de la expo. La cosa es tan abrumadora, que ya no me detuve en las secciones de niños y hombres. Puedes ver más fotos en mi cuenta de Instragram.

Si te interesa leer más posts y notas sobre Intermoda, encontrarás los links en la cuenta oficial de twitter @intermoda.




2 comentarios

  1. Hola botica pop, de hecho casi diario leo tu blog, pero hoy decidí comentar; porque yo también pienso lo mismo que tú.

    A mi me encanta Lob, que es de mis marcas favoritas. Son prendas de menor costo que las Zara o Bershka y casi siempre, de mejor calidad.

    Muchas veces, las que mencioné de Inditex, si son de menor precio, son se telas muy delgadas o se despintan pronto. Y muchas no cuestionan, si lo vale o no , comprando allí, solo por la marca.

    En cambio, en Lob son prendas clásicas, que les puedes sacar mucho provecho. Y en muchos colores, por si uno piensa, o si esa blusa la hubiera en...

    Además, LOB la encuentras en casi todas todas las plazas comerciales del D.F. Creo que más deben de mirar en los locales mexicanos, no sólo por el origen; sino, porque muchas son de gran calidad.

    Soy diseñadora gráfica y más que en marcas, creo en calidad. Muchas marcas mexicanas, pequeñas; son productos o prendas bien hechas. Eso es lo que debería importar.

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  2. Love it, lo mejor de este nota es el final.
    ¿Qué hacer para que una mexicana invierta la misma cantidad de dinero en el diseño nacional en vez del internacional?
    Ese reto no creo que sea sólo de la moda, sino de toda la industria del diseño en México. Porque aunque existe una ola de amor al diseño independiente nacional, falta esa proyección internacional de las empresas que nos haga desvivirnos por nuestros propios productos.
    No es falta de creatividad, ni calidad sino de proyección de la marca.
    Saludos!

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