El año nuevo suele ser, tradicionalmente, un pretexto para probar nuevas cosas, retomar las que se quedaron a la mitad, incursionar en un nuevo pasatiempo, etcétera. Este año, Héctor y yo tenemos una nueva afición: la coctelería.
Todo empezó en Nueva York, porque una de las cosas que queríamos hacer en el viaje era probar la bebida icónica de Don Draper (a saber: el old fashioned). Probamos unos mejores que otros (el mejor, aquí) y nos trajimos un libro para aprender a hacerlos en casa.
A veces pasa que te metes en algo y después ese algo empieza a aparecer por todos lados. Quizá sea porque pones más atención al tema, pero el caso es que desde entonces los cocteles nos aparecen casi sin buscarlos.
La semana pasada anduvimos probando cocteles por la roma-condesa, sentándonos en la barra para espiar al barman. Salinger está muy bien pero todavía no vence a mi lugar favorito: Lilit. Artemisia podría estar súper bien pero hay algo que rechina poquito. The Monkey no creo que reciba una segunda visita de nuestra parte (es un poco descafeinado) y aunque los cocteles de Puebla 109 son buenos, el ambiente no es mi favorito. Nos faltó la Licorería Limantour.
Y luego Stradivarius nos invitó a Limantour.
Después de unos años atendiendo eventos de marcas, uno aprende que en general suelen ser similares. Digo, un desayuno es un desayuno y tampoco hace falta romperse demasiado la cabeza, mi trabajo es recibir la información para contarles a ustedes. Con todo y eso, hay eventos que se salen de la norma cuando a veces una fiesta se pone buenísima y nadie sabe bien porqué. El encuentro de Stradivarius en Limantour fue de esos porque tuvieron la buena idea de invitarnos a una clase de coctelería.
Luis, el gerente de Limantour, nos enseñó a preparar dos cocteles clásicos (¡qué casualidad, un old fashioned!) y uno muy divertido con jamaica y clavo y crema batida. Fue una gran experiencia que nos dejaran meternos detrás de la barra y manosear las herramientas profesionales. Así descubrimos que @memocapital es todo un barman en potencia y que @valeriaaa tiene mejor mano de lo que cree. También descubrimos que no importa que tengas los mismos ingredientes y las medidas exactas para un coctel, dependiendo de quien lo haga todos saben (muy) diferente.
Después de nuestra gira coctelera de la semana pasada, Héctor y yo concluimos que preferimos los cocteles en casa. Salir por un trago está bien, nos encantan las cantinas y un bar coqueto a veces se antoja. Pero si le vamos a entrar con fe al Johnnie Walker, preferimos hacerlo en casa.
Justamente, quedarse en casa suena de lo más apetecible este viernes-quincena-14 de Febrero. Gente por todos lados, tráfico, cajeros sin dinero. Héctor y yo nos meteremos en la cama para ver la segunda temporada de House of Cards en Netflix... quizá intentemos un coctel nuevo. Nos falta mucha práctica y comprar más instrumentos pero qué le hacemos, así son las aficiones.
Fotos: Héctor Barrera
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Si lo tuyo es la #abuecard o si tienes invitados en casa o incluso si quieres intentarlo otro día, aquí la receta de La Morena, el coctel con jamaica que les decía. Es dulce, delicioso y emborrachador.
Ingredientes
50 ml Whisky Old Parr 12 años + 50 ml jarabe concentrado de jamaica con clavo y cardamomo + 30 ml de jugo de limón verde + 8 hojas de albahaca.
Espuma de guayaba: 2 Claras de huevo + 4 guayabas + 200 ml de agua + 100 ml jarabe natural de azúcar.
Elaboración
Espuma de guayaba: Licuar los ingredientes hasta obtener la espuma, colar y colocar en un sifón.
Cocktail: En un shaker agregar todos los ingredientes y agitar fuertemente. Con la ayuda de un colador, servir en una copa previamente enfriada. Decorar con una espuma de guayaba y las hojas de albahaca.
Fotos: cortesía
He disfrutado mucho con la lectura de vuestra última aventura!! Y lo mejor....habeis conseguido llamar mi atención sobre el tema de la cockteleria. Ahora estoy interesada en saber más y me veo lanzandome y preparando algun cocktel sencillo a mis amigos. se van a quedar alucinados!! Feliz finde!!
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