Una mariposa bate sus alas en Pekín.

Escribo este post desde León, Guanajuato. Héctor y yo venimos al Salón de la Piel y el Calzado o SAPICA para los cuates (si no sabes eso que es, lo expliqué por acá). Hoy fue la inauguración y el tema del día fueron las exportaciones chinas, más concretamente: cómo esas exportaciones están ahogando a la industria en León.

La situación, según la entendí, es algo así: de 2011 para acá se inició una etapa de transición respecto a las importaciones chinas, abriendo el mercado mexicano. Desde entonces a la fecha, las importaciones han crecido más del 400%. En enero y febrero de este año México importó 20 millones de pares de zapatos. De esos 20 millones, 13 millones vienen de China. De esos 13 millones, casi la mitad son tan baratos que con la cantidad que tú pagas por ellos, no se cubre el costo de los materiales con los que están hechos. Obviamente, los industriales del calzado nacional están preocupados. O enojados. Bueno, tranquilos no.

¿Y a mi qué? Quizá te preguntes. Si a mi me encantan mis zapatos chinos. (¿En serio te encantan? Mi mamá los odia desde antes de que los industriales de León los odiaran).

La industria del calzado en Guanajuato da trabajo a 160 mil personas y es vital para el desarrollo del estado. El 70% de todos los zapatos que se hacen en México se hacen en Guanajuato. Las prácticas chinas ponen en peligro todo eso.

Pero así es el capitalismo ¿no? En este mundo globalizado estamos compitiendo contra todos. (Escribí la palabra "capitalismo" en un blog de moda ¿va a implotar el internet?).

Así es el capitalismo, si. Depredador. Tampoco me voy a poner a convencer a mis lectores de que es su culpa como consumidores, por comprar cosas chinas. Los consumidores incidimos en el sistema completo, claro está, pero la trama es compleja. Sin embargo hay una cosa que es cierta: en la búsqueda de la sustentabilidad, una de las acciones que importan es consumir localmente.


"Consume local" me dicen, y se hacen necesarios los argumentos. Si alguien me ofrece mejor calidad, mejor diseño y mejor precio, me da igual de dónde venga -podrías pensar y estás en tu derecho-. La cuestión es que la calidad del calzado mexicano es buena, es muy buena. La industria nacional sigue evolucionando para fortalecer su lado flaco: el diseño y la creación de marca. A mi me gustaría verlo suceder y que los zapatos mexicanos se volvieran aún más ese objeto del deseo y no una cosa de úsese y tírese.

En SAPICA todo el mundo se fija en tus pies. Es gracioso: alguien te ve y enseguida mira tus zapatos. Es divertido hacerlo también. Los zapatos son una expresión de nuestra personalidad y no tiene que ver qué marca son ni cuánto cuestan. ¿Zapatos planos, tacones, botas vaqueras?¿Mocasines con o sin calcetas?¿Pumps con plataforma oculta?¿Imitaciones de marcas famosas? ¿Impecables o un poco viejitos? Si tus pies van a ser un medio de expresión, al menos puedes ser consciente de lo que comunicas. Y para ser consciente de lo que comunicas, tuviste que haber elegido cuidadosamente cada par que posees. Si ya vas a elegir con cuidado, podrías tomarte el tiempo de buscar marcas locales, jóvenes o establecidas, marcas que están haciendo cosas lindas o novedosas. 

En estos tiempos en los que todos queremos ser únicos y originales, una de las maneras de lograrlo es consumir local y escapar de la gran globalización uniformadora. Opciones hay, ya les iré contando en posts subsecuentes.

Y si crees que todo esto no tiene nada que ver contigo, recuerda que una mariposa bate sus alas en Pekín y en Nueva York se desata una tormenta.



3 comentarios

  1. ¡Cómo me gusta leerte!... y no es por barbera, pero además de que tu sitio fue de los primeros que leí en español, siento que realmente tienes un punto de vista sobre las cosas y no sólo está lleno de “cosas bonitas“ ni de información como si quisieras ser una revista. Me gusta tu punto. Apenas fui a Hidalgo y encontré dos pares de botas que me encantaron y hasta me llevé puestas.

    Creo que sí, las cosas que tienen algunas marcas están buenas, pero también se vale apostarle a los pequeños productores y como en muchos casos en el país: hacer industria.

    Por cierto, todo mundo me chulea las botitas. 100% hechas en México. :)

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    1. ¡Gracias, Carla! Obviamente no voy poneme en plan ¡mueran las transnacionales! Abajo H&M, Benetton y Forever21 (especialmente porque me encantan). Pero no todo tiene que ser así. En León, por ejemplo, la parte difícil ya está ahí: industria hay. Un guardarropa verdaderamente interesante está lleno de mezclas.

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    2. ¡Ah! Había otra cosa que quería decir y se me pasó: Palacio de Hierro está lleno de marcas mexicanas que se diseñan, producen y comercializan en el país. La gente a veces no sabe que son mexicanas. Y conviven tan a gusto ahí, en la oferta multinacional de Palacio de Hierro. O sea que poderse, se puede.

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