Hace mucho tiempo, antes de que la moda estuviera de moda, había dos temporadas en el calendario: Primavera-Verano y Otoño-Invierno. Hoy día, mientras las cadenas de moda rápida tienen prácticamente 52 temporadas (tantas como semanas tiene el año), las marcas de Alta Moda han ampliado también sus calendarios.
Siempre han estado las colecciones de Alta Costura, que antaño se tomaban como un ejercicio de creatividad y una acción de branding. Ahora, al menos la segunda función la cumplen las temporadas intermedias: prefall y resort (también llamada cruise o "crucero").
Las colecciones resort se muestran a más o menos a principios de Junio y están en tiendas a principios de Noviembre, en la temporada fría del hemisferio norte. Sin embargo, las prendas no son para el frío invernal del norte, sino para un clima más cálido (o para ser usadas en capas).
Otra vez: antes, las colecciones crucero eran para -tal cual- irse de vacaciones. Las señoras neoyorkinas o parisinas adineradas que iban a Hawaii o al Caribe de vacaciones y necesitaban un guardarropa para la ocasión eran su público objetivo. Hoy día el público de estas colecciones es más amplio.
Los compradores de colecciones resort han aumentado por varias razones: los consumidores necesitan más prendas durante el año (a la gente ya no le bastan esas dos colecciones originales), hay muchos compradores de países con climas más benévolos en los que se pueden usar las prendas resort durante más tiempo (Hong Kong, por ejemplo), el hemisferio sur también compra (y tienen verano cuando en el norte es invierno), las prendas resort de algunas marcas son ligeramente menos costosas (más compradores pueden pagarlas) y en muchos casos, también, las colecciones resort son más "usables" que las temporadas regulares.
Y últimamente está la tendencia entre las grandes casas de moda de hacer mucha alharaca para las presentaciones de sus colecciones resort. Chanel lleva tiempo haciéndolo, eligiendo siempre una locación exótica (este año fue Seúl). Para la última temporada, Dior eligió un palacio surrealista en el sur de Francia y Louis Vuitton trasladó a todos sus invitados a una mansión en medio del desierto de California. Branding puro.
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