Larga vida a la reina

Julio de este año. Semana de la moda de Milán y Vivienne Westwood presentando allá su colección primavera-verano 2009. El tema fue la cultura gitana. En palabras de la diseñadora la colección es un homenaje a una población de la que se sabe muy poco. El asunto no es para tomarse a la ligera, si tomamos en cuenta que Viv puede presentar sus colecciones en donde se le dé la gana (por ejemplo, para la última se ha vuelto a Londres). No es casual la razón por la que eligió Milán y eligió hacer desfilar tanto a gitanos reales como a modelos profesionales.

Vivienne Westwood es por antonomasia la chica mala de la moda, ícono de la estética punk. Pero también es entre los diseñadores, una de las más politizadas: en 2005 se adhirió al movimiento para la defensa de los derechos civiles Liberty, confeccionando una colección de camisetas con la inscripción: I'm not a terrorist, please don't arrest me (no soy un terrorista, por favor, no me detengan) y en febrero de 2008, en Londres, abrió su desfile con una modelo portando una pancarta que pedía "justicia para los prisioneros de Guantánamo".

Volvamos a la colección gitana. Sobre la pasarela abundaron enormes medallones con diamantes falsos, tatuajes varios, dientes de oro y hombres que lucen como hombres. Las reacciones no se hicieron esperar, vea usted si no los siguientes párrafos, tomados del diario español El País:

En Italia el Gobierno ha puesto entre sus prioridades el control de la masiva presencia gitana. Silvio Berlusconi ha dado poderes extraordinarios a los delegados gubernativos (prefectos) de Roma, Milán y Nápoles para resolver "la emergencia gitana". La ordenanza habilita a los comisarios a "censar, realojar, alejar o expulsar", ya sea "por vía administrativa o judicial", a los ciudadanos de esta etnia. Entre las decisiones tomadas por el Ejecutivo de Berlusconi en el primer Consejo de Ministros, hubo un paquete de medidas para "hacer frente" al aumento de población de gitanos.

















Tiziana Maiolo, concejal de Actividades Productivas del Ayuntamiento de Milán, del partido de Silvio Berlusconi y responsable de la moda se apresuró a declarar: "Creo que la diseñadora tiene una idea de los romaníes que no se corresponde con la realidad. Si quiere yo la puedo acompañar a un campamento", dijo. E insistió: "Está desinformada, los romaníes son gente que no quiere ir a trabajar y manda a los niños a pedir limosnas o vive de robos. Durante años me comprometí a colaborar en su integración y al final entendí que estas personas quieren hacer su vida sin respetar las reglas. Si es así, se tienen que ir de nuestras ciudades", concluyó. Pero ya saben lo que dicen algunos (muchos) italianos de Berlusconi y su partido: Todos somos pendejos.



En cuanto a mi, de Vivienne Westwood me gusta la ropa, la actitud, el cabello rojo, su edad y su infinito sentido del humor. Ella es una reina.

¡Larga vida a la reina!