frente a las ventanas de una casa negra

Qué odios impulsan a esos dos que se golpean. Que les hunde en el lodo. Hace siglos, y esperan. Cuál de los dos cráneos acaso los dos serán rotos por ese golpe el definitivo. Se miran y se odian y no hay nadie para detenerles las muñecas. Ahora, hay una mujer que les observa y llora, que también está ahi esperando el siguiente golpe a la vez que se percata de esta furia. Quiere matar también. No hay esperanza en esta violencia. Ninguno de los dos ha de huir, no hay lugar en el mundo que les albergue, no hay razón de existir más allá de estas ansias. No hay gritos puesto que no hay quien les escuche ni lágrimas porque no hay a quien le importen.

escrito por mi en marzo de 2007

10 comentarios

  1. Wow!... y cómo continua?¿es el principio? ¿el final?... ¿no existe la posibilidad de que alguien los detenga?,me gusta mucho, mucho

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  2. Bravo!!! Me gustó mucho :) aunque deja un sabor de boca un poco amargo y por la mañana eso no es bueno :S, pero el equilibrio? sii, en tu post de abajo!

    un beso

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  3. a mi me ha encantado también :D es muyy bueno, aunque sea triste, pero casi siempre ese tipo de textos son los que te pican y hacen volar la imaginación!

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  4. woow botica trage saliva al leerte el dia de hoy un poco triste el texto pero reflexivo ..un beso boticaria y no ando muerta ando de parranda hahahaah
    xoxo

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  5. Sí, me hizo recrear la vista de algunos odios que he visto...

    Un beso, en cambio

    SImone

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  6. Me encanta cuando escribes ficción en tu blog. De verdad.

    besos!

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  7. Me gustó mucho este texto, pequeño, concreto y súper sustancial, también con mucha razón, porque quienes se unen y dejan que el odio prevalezca, se alejan del mundo. El mundo entonces se vuelve ciego ante su odio.

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  8. jopeana: no, está completo como una manzana. no lo sé.

    jesús: muchas gracias. ya me apunté!

    bere: jajajaja. si. dide un raton entre ponerlo arriba o abajo. ahi'sta.

    dianishhh: la vida es muchas cosas. y entre lo mucho que es, a veces es asi triste.

    jaydi: ya se! pero que parranda tan larga señorita. ahi avisa cuando regrese.

    simone: un beso, en cambio (amé eso).

    aldorado: muchas gracias por decirmelo...

    flor de loto: cuanta razón tienen tus palabras.

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