el verdadero amor no oculta nada

¿Recuerdan qué padre era Swatch hace algunos años? De repente como que desapareció del radar y hace poco como que recuperó su onda. O al menos esa es la sensación que teníamos en la redacción -ejem, me gusta esa expresión pomposa "en la redacción"-. 


Pues recientemente descubrimos que nuestra sensación se debe a que el director creativo de toda la vida se había ido y luego volvió. Qué tal, eh. De ello nos enteramos durante la presentación de la edición especial de Swatch para el 14 de Febrero: A la Folie.


A la Folie significa "con locura" y de ahí el slogan que acompaña a esta edición especial. Si amas a alguien, dilo bien fuerte. Lo de "nada que ocultar" también hace referencia al mecanismo del reloj, que está a la vista en la carátula. 


Otra cosa de la que nos enteramos en la presentación (o aparentemente yo me enteré porque Héctor ya lo sabía) es que los relojes Swatch son como debe ser un reloj: hechos en Suiza. En estos tiempos de múltiples etiquetas que ponen "Made in China" ya no es tan sencillo encontrar un reloj "Swiss Made" lo cual es garantía de precisión, durabilidad y calidad. Para la puntualidad Suiza, pues. Como antaño.


Helo ahí, pues. Por si algún lector despistado no sabe qué regalarle a la novia... 


Cada pieza cuesta 1,000 pesos, están a la venta en boutiques Swatch y departamentales y vienen en un estuche rosado con forma de esfera, traen un bonito corazón por fuera y terciopelo rosa por dentro. Y el extensible del reloj huele a vainilla. 

Fotos por Héctor Barrera.

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