Lo que aprendí con el #Beretón

Hace poco más de una semana mi amiga Bere corrió su primer maratón (ella misma te lo cuenta aquí) y en algún momento me pareció simpático ir a verla pasar y echarle porras. Al parecer las porras son toda una institución de los maratones y si veo porqué. No es un mal paseo dominical.

En la porra de Bere éramos cuatro personas igual de inexpertas en el tema así que cometimos algunos errores de principiante... a cambio de eso, gané este post.

¿Saben cuándo le dicen a alguien "me alegro por ti" pero en realidad te da lo mismo? Cuando deberías alegrarte por otra persona pero simplemente no lo sientes -ya ni digamos cuando en realidad en el fondo te da envidia y no alegría. Eso si está gacho-. Vimos a Bere en el kilómetro 25, llevaba apenas poco más de la mitad de distancia recorrida y se veía muy, muy cansada. Yo pensé que no iba a terminar el maratón. Cuando supe que había llegado a la meta me alegré por ella. Mucho. Yo no corrí nada, no tengo nada que ver con su éxito y sus logros y aún así me alegré mucho de que mi amiga haya conseguido correr su primer maratón. "Me alegro por ti" se vuelve entonces una frase llena de significado y un sentimiento de lo más bonito.

 Foto por Héctor

Lo otro que aprendí en el #Beretón es que no puedes llevar dos naranjas partidas esperando que tu corredor tomará, al paso, cuanto quiera y dejará el resto. ¡No! Abrí el tupper con esas dos naranjas y una horda de corredores se avalanzó sobre ellas desapareciéndolas en dos segundos. La siguiente vez que vaya a echar porras a un maratón llevaré muchas más naranjas.

Creo que cualquier persona, si quiere, puede correr un maratón. Pero no te levantas un día y dices "ja, hoy voy a correr 42,195 metros, con permiso". A Bere le tomó dos años desde que corría kilómetro y medio (cuando la conocí en 2009 ni siquiera disfrutaba especialmente caminar). Primero la idea del maratón tomó forma y luego se puso a entrenar para lograrlo. Lo más importante que he aprendido al verla es que todos podemos hacer cualquier cosa que queramos pero dependiendo de qué tan difícil sea de conseguir esa cosa, será la cantidad de trabajo que habrá que invertir. Trabajo y tiempo, porque a pesar de lo que digan algunos, ni los limones -ni las naranjas- caen del cielo.

Gracias por invitarnos a las porras, Bere. Ha sido tremendamente inspirador.




4 comentarios

  1. Bere Chu rocks. Mucho. Extrañamente yo nunca tuve ninguna duda de que lo fuera acabar. Sabía que iba a ser un esfuerzo terrible, pero ni por un instante siquiera imaginé que fuera a tirar la toalla.

    Podrá ser muchas cosas, pero la Bere no es asi :)

    ResponderEliminar
  2. Y para que no se dude de que estuve ahi y fui testigo: https://vine.co/v/OBXvZh3YX1w

    ResponderEliminar
  3. Creo que hacer un deporte cualquiera que sea, es una disciplina muy grande y de admirar!! Felicidades a la corredora y también a los porristas!!

    ResponderEliminar
  4. Ir a echar porras a la Maratón de la Ciudad de México es toda una aventura... sobre todo cuando de llevar algo para los corredores se trata. Hay quienes compran kilos de plátanos, naranjas, etc. además de sus garrafones de agua por si se llegara a acabar la que dan los organizadores. Me queda claro que quien corre un maratón (Yo apenas voy por mi primer medio) Son gente más allá de lo fabuloso... Terminarlo te deja la certeza que si pudiste correr 42.19 km. ya nada es imposible de lograr. Felicidades a Bere!

    ResponderEliminar

Ir arriba