Vuelven los setentas

Si eres lector de blogs de moda lo anterior no será ninguna novedad. Si, están de regreso pero los setentas son más que hippies y disco. Piénsalo así: venimos llegando de los convulsos y súper politizados sesentas y hay muchos cambios en el mundo.

Uno de esos cambios es la mayor incorporación de las mujeres al mundo laboral y, como siempre, la moda responde a su momento histórico. De ahí que se haya vuelto tan popular el icónico invento de Diane von Fürstenberg: el wrap-dress con su promesa de practicidad para esas mujeres, ahora profesionales.


Me gusta la década de los 70 porque ejemplifica bien como las elecciones estilísticas no son tan casuales como algunos piensan. El afro, ese peinado donde el cabello súper chino se deja estar en toda su magnificencia, es todo un manifiesto en contra de la represión tradicionalmente sufrida por los negros. Hay muchos ejemplos setenteros más pero yo sólo quería escribir sobre un vestido. 

Para abrazar la tendencia setentas puedes optar por ante, pantalones campana y flecos (tooodos los reportes de tendencias los incluyen y todas las egobloggers ya lo traen puesto). O puedes elegir algo como este vestido de Lacoste. Como ejemplo, dos estilismos diferentes:



Del lado izquierdo, las sandalias de cuña y el bolso le dan un aspecto más actual al conjunto. Un maquillaje en tonos rosas y naranjas es un buen guiño a la época. Del lado derecho es setentas total (no, los mules negros no son un error, son algo parecido al rigor histórico).

Vestido: Lacoste.
Lado Izquierdo - Sandalias de cuña: Brantano. Bolso: Westies. Paleta: Naked On The Run de Urban Decay (exclusiva de Sephora).
Lado Derecho - Mules: Mango. Bolso: Crabtree. Joyería: Pomellato.

(Todos los links excepto Sephora te llevan a las tiendas en línea de cada marca).

Tengo que detenerme en la paleta de Urban Decay porque es una maravilla para llevar. Tiene 5 tonos de sombra, un bronceador, rubor y gloss así como máscara de pestañas y delineador ambos en tamaño viaje. Está completísima y la puedes dejar en la oficina, en el locker del gimnasio o llevártela de viaje. Hablando de practicidad.



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