Hace un año estuve en la inauguración de El Palacio de Hierro de Polanco y durante todo el año volví a ir inumerables veces: a comprar chocolates o ropa para mi hija, a las Noches Palacio, a aprovechar los descuentos, a comer en la terraza... En realidad nos gusta ir y siempre encontramos una razón para hacerlo.
Un año pasa rápido y es importante celebrarlo. Este primer año de El Palacio de los Palacios está siendo celebrado así, como el acontecimiento importante que es, y una parte de las celebraciones es la creación de un trío de fragancias exclusivas que conmemoran no solo la memoria de este primer año, sino también la historia de México: sus orígenes, su presente y también su futuro universal.
Se trata de Esencia de El Palacio, una narración olfativa que celebra la esencia de la departamental. Un perfume (la belleza en su más pura expresión) sin género, una manera de sentir El Palacio sobre la piel.
Creada por Arquiste y Rodrigo Flores-Roux, Esencia de El Palacio es una colección de tres fragancias -Magnolios, Azahares y Vetiveres- que pueden ser usadas tanto por hombres como por mujeres siempre y cuando tengan algo en común: un gusto por las fragancias fuera de la norma, alejado de lo que se considera tradicional en el mundo de la perfumería.
Magnolios es una fragancia de flores blancas, pensada para quienes prefieren aromas frescos y luminosos. Evoca el olor inusual de la magnolia, considerada por los aztecas como "la flor del corazón". Azahares es versátil, juvenil y fresca mientras que Vetiveres tiene gran personalidad. No hay manera de describir con justicia lo que evoca cada una, pero puedes conocerlas en tu Palacio de Hierro más cercano y elegir la tuya, están disponibles en presentaciones de 50 y 100 mililitros.
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¿Yo? Me quedé con Azahares. Se siente llena de energía y creo que la voy a usar durante muchas mañanas para empezar el día.
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