Con los años, he ido afianando mis propósitos de año nuevo. Como me conozco mejor, ahora los hago más modestos y alcanzables. Quizá porque son realistas al final los resultados terminan por sorprenderme.
En 2015 me propuse dejar de comprar ropa por un año. Después de más de un año (¡sí, no solo lo logré, sino que lo alargué!) mi closet no está atestado, sé exactamente lo que tengo, me deshice de lo que no usaba, no me gustaba o no me quedaba y ahora estoy lista para ir de compras otra vez y mejorar mi guardarropa.
Este año mi propósito es ser más constante con mis rutinas de belleza. Ya lo soy bastante pero todavía hay días en los que me gana el cansancio y me salto pasos o directamente me quedo dormida con los zapatos y la mascara de pestañas puestos...
Así que ahora pretendo hacer bien una rutina completa, por las mañanas y por las noches, todos los días. Cuando empecé el blog apenas tenía un limpiador, no usaba humectante en el rostro y mucho menos usaba filtro solar. Ahora no solamente sé para que sirve cada producto que antes ni sabía que existía, incluso tengo favoritos para cada necesidad y eso incluye, por ejemplo, un producto para cuello y escote.
Y no, no tengo una piel perfecta. De hecho estoy lejos de la piel perfecta, pero estoy segura de que si siguiera usando solo un limpiador el estado mi cutis sería mucho peor. Y al revés: si hubiera empezado más temprano a cuidarla pero ya saben lo que se dice el hubiera no existe...
La adolescencia es el momento para empezar a usar cosmética, con rutinas cortas y buenos productos -eso no incluye el polvo compacto "antiacné" que "te puedes dejar para dormir" wtf-. Después de eso nunca es demasiado temprano para comenzar aunque es importante saber que cada edad tiene sus necesidades y no todos los productos sirven para todas.
Es difícil construir una rutina totalmente personalizada, toma tiempo y dinero pero por algún lugar hay que empezar y mi recomendación es comenzar con la línea completa de una buena marca: limpiador, tónico, suero, humectantes y crema para el contorno de ojos. Después, conforme se vayan terminando los productos (spoiler: nunca se terminan todos al mismo tiempo), evaluar si sigues con ese o pruebas con otro.
La línea Ibuki de Shiseido tiene todas las características para usarse completa y a la vez constuir una rutina no demasiado complicada. Se trata de productos formulados para pieles entre 25 y 35 años y toda la línea trabaja sobre la piel hidratando y mejorando su textura, eliminando el exceso de grasa y reduciendo los signos visibles de fatiga.
A la vez, también ayuda a prevenir los daños causados por los factores medioambientales a los que la piel está expuesta a diario. Esto último es una tendencia actual en cosmética: productos que combaten los efectos de todo aquello a lo que estamos expuestos en las grandes ciudades.
De la línea Ibuki me gusta el Purifying Cleanser por su efecto exfoliante pero tan delicado que se puede usar todos los días (mejor si se usa en combinación con el cepillo de masaje facial que mejora la microcirculación y limpia los poros a profundidad). También me gusta el Perfect Cleansing Oil para retirar el maquillaje y no me decido si me gusta más el Ibuki Refining Moisturizer, una emulsión ultraliviana que corrige la apariencia de las irregularidades de la piel, como poros visibles, marcas de granos y asperezas o el Protective Moisturizer que es similar pero tiene FPS 18. Por último, una crema para el contorno de ojos no puede faltar en ninguna rutina de belleza.
Ya les contaré en algún otro post como me va con este propósito, mientras cuéntenme ustedes ¿cuáles son sus propósitos de año nuevo?
Fotos: Héctor Barrera
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