Elle México Diseña 2012

Alber Elbaz dijo una vez que, temiendo el juicio de los bloggers, decidió ponerse a diseñar mirando la pantalla pues así es como nosotros veremos -y evaluaremos- su trabajo. Después se dió cuenta de que eso no funcionaba para él (leelo aquí). Algo que descubrí el año pasado desde mi ingenuidad es cuán diferente resulta ver un vestido en un maniquí que sobre la pasarela (se los conté acá) por eso no me sorprendió lo sucedido en la final de Elle México Diseña el fin de semana pasado, en Acapulco.

 Sara Galindo, en el coctel de precalificación, usó un collar de Eduardo Herrera, diseñador de Taxco, como único y apabullante accesorio.

El tema para la edición de este año fue Black Tie, lo cual terminó siendo traducido por todos como "un vestido para lucirse sobre alguna de las alfombras rojas más importantes del mundo". Yo tenía mucho interés en ver cómo los concursantes trabajarían con esa premisa (en este post) y lo cierto es que los resultados son bastante espectaculares. Los 15 diseños finalistas, en conjunto, poseen un nivel que supera al conjunto de lo que vimos el año pasado. Curioso -y lógico-, si se piensa que más de un participante repite (el ganador, para no ir más lejos, también fue finalista el año pasado).

De izquierda a derecha y de arriba abajo: Alejandro Renovato, Daniela Vasconcelos, Marco Antonio Moreno, María Fernanda Rangel, Maritza Peña, Susana Montero, Edgar Lozano, Verónica Díaz, Héctor Alejandro Hinojosa, Daniela Villa, Rogelio Vidaurri, Emedel García, Adriana Arias, Jonathan Méndez y Carlos Herrera (Fotos grandes aquí).

Si bien cada diseño posee alguna característica -o varias- que lo vuelve relevante, hay algunos aspectos que denotan que lo que vemos pertenece a un grupo de diseñadores (dígamoslo así) no consagrados, considero que hay una sobreabundancia de vestidos negros, cuando el tema permitía lucirse con los más impactantes colores de alfombra roja: el rojo (evidentemente), el turquesa o el dorado. Ir de negro es un poco ir a lo seguro. No vimos en realidad ninguna silueta revolucionaria; aunque por supuesto esa es una ambición enorme incluso para los grandes diseñadores y en varios casos las referencias son un poco demasiado claras: el vestido negro de Emedel García es muy Givenchy, el blanco de Carlos Herrera muy Viktor & Rolf y así varios. Sin embargo lo que el jurado evalúa es proyección internacional, creatividad, confección, apego al tema y un porcentaje de la calificación viene de un segundo vestido que los diseñadores debieron confeccionar en 10 dias, una vez que habían sido elegidos para la final.

 El jurado en front-row: Sara Galindo, Matthew Williamson, Eugenia Silva, Poppy Delevigne, Pixie Hopkin, Alexander Neumann y MariPaz Ocejo.

Volviendo al punto inicial: yo había visto todos los vestidos en la serie de televisión que pasaron por E! y en la página de la revista Quién. Tenía mis favoritos pensando en función de quién podría ganar. Y cuando los ví en pasarela todas mis convicciones se desplazaron: al salir la modelo que portaba el diseño de Edgar Lozano pensé "es este". Lo que quiero decir con ello es que considero que hay que confiar en el buen juicio del jurado que pudo ver los vestidos en vivo, tocarlos, pedir a la modelo que volviera a salir, etcétera. Como les decía ayer mi favorito era el gran vestido blanco de Carlos Herrera, en parte por un gusto personal y en parte porque la confección resultaba impecable (me fascina el trabajo de la parte superior: los detalles son cuidados y el patrón se ajusta bien al cuerpo) pero creo que era difícil que un vestido de princesa venciera porque resulta una apuesta bastante segura. Entre los cinco primeros lugares se encontraba el vestido de Verónica Díaz que tenía muchísimas horas de trabajo en las más de cinco mil rosas de la falda y creo que también fueron las horas de trabajo las que colocaron el diseño azul de Maritza Peña entre los 5 primeros, a pesar de que el azul de Peña sufría mucho al ir acompañado de un brazalete de diamantes: la tela barata lucía aún más barata, por contraste, sin que eso le impidiera ser de los primeros cinco porque en ningún momento se evalúa la materia prima, sino el diseño y la confección -esperen, ahora les contaré de las joyas-.

Considero que el reto que enfrenta Edgar Lozano como ganador es lograr salir de si mismo. Entre el diseño del año pasado y el de este se siente algo muy afianzado que fácilmente puede encerrarlo conceptualmente. No estoy hablando del estilo que todo diseñador debe poseer sino de otra cosa, una suerte de estabilidad desfavorable. Sin embargo el vestido presentado en esta edición de EMD es muy prometedor. Ya lo veremos dentro de un año con una colección completa.

Y hablando de eso. Antes de la final tuvo lugar el desfile de Natalia López, ganadora de la edición pasada. Presentó una colección de verano compuesta de vestidos muy femeninos, algunos vaporosos, otros conformados por un tejido pesado que continuaba el trabajo de su diseño ganador en EMD2011. También había faldas en colores vivos (azul y amarillo principalmente) y tops muy breves. Lo más interesante de la colección de Natalia es ver cómo le da continuación a la idea que la hizo ganadora pero a la vez la desplaza hacía otro punto, mucho más complejo y aterrizado. Lo que a mi más me gustó de su colección es que resulta bastante comercial, bien confeccionada y alejada de algunos caprichos estilísticos sin demasiado acierto que solemos ver en pasarela en México.

Natalia López es la chica vestida de amarillo. Puedes ver el desfile en video aquí.

Ahora si, las joyas (¿creyeron que se me olvidan los temas? ¡ja!). Chopard prestó una colección especial de joyas, las mismas que se utilizaron en la alfombra roja del último festival de Cannes. Verlas de relativamente cerca, sobre las modelos, fue toda una estupenda experiencia. Con unas joyas así pasa como con la alta costura: sabes que es valiosa, sabes que debe ser espectacular, pero cuando la miras en vivo por primera vez es cuando puedes apreciarla en toda su dimensión. Las joyas nunca me han interesado especialmente porque mi acercamiento se reduce a verlas impresas en papel couché pero las del sábado destellaban a la distancia, son muy bellas en verdad.

A ver ¿qué me estoy dejando en este post larguísimo? Ah, si, la fiesta. Después de la premiación el ambiente se distendió. 

 Edgar Lozano se emocionó hasta las lágrimas cuando fue declarado ganador.

 La mayoría de los concursantes vistieron diseños realizados por ellos mismos.

Tuvimos chance de tomarles unas cuantas fotos más al grupo de finalistas (me gusta lo que se forma en ese grupo, un compañerismo que es perceptible para los extraños -el año pasado el grupo de concursantes tenía la misma buena onda-) y después nos fuimos a bailar. 

  Magaly Zepeda de Dressing Brands, mi look ferrero rocher, @Guapóloga y Revista Urdimbre.

Poppy Delevigne y Matthew Williamson (la primera con un vestido diseñado por el segundo) se quedaron a la fiesta. Eugenia Silva se llevó su presencia y su increíble Elie Saab color vino. Elle México Diseña terminó por este año.

Si quieres ver todos los diseños en buen tamaño, están en este board de Pinterest.

Si quieres conocer al diseñador detrás de cada vestido, en Facebook.

Todas las fotos de este post fueron tomadas por Héctor Barrera.