Bacán, restaurante y terraza.

Hace unos días Héctor y yo nos escapamos entre semana para ir a comer juntos. Hemos tomado la decisión de comer lo más posible en casa, de modo que cuando vamos a comer fuera procuramos volverlo una ocasión especial y el día que fuimos a Bacán ciertamente lo fue.


Lo primero que hay que saber de Bacán es que debes apartar el tiempo para disfrutar la experiencia. No es la mejor idea ir si tienes prisa porque el lugar está dispuesto de tal forma que invita a tomárselo con calma, empezar con un coctel y un aperitivo antes de ordenar varios tiempos para compartir... y platicar mucho en el medio.


Puedes elegir una mesa dentro pero si el clima lo permite lo mejor es la terraza, al menos durante la hora de la comida. Por las noches es un buen lugar para ir en grupo -¡ve con hambre, porque los platos son sabrosos y contundentes!-.


Bueno. Cuando fui con Héctor empecé con una margarita así que de entrada la cosa ya me supo a vacaciones (era miércoles, creo). Empezamos con un pulpo a las brasas que ciertamente estaba buenísimo pero que resultaba apenas un preludio frente al atún sellado que estuvo espectacular. 


Permítanme un parrafito acerca de la delicadeza de ese atún. Casi crudo, el sabor de la carne era delicadísimo y su textura lo era aún más. La vinagreta de cítricos y la costra de ajonjolí hacían un gran contraste, de sabor y de textura. Y luego estaban los acompañantes, casi desnudos, frescos y sin nada que esconder. Creo que este plato fue lo que más disfruté.

Después le entramos a un asado de tira que, gran acierto, venía acompañado de ate. Mi papá siempre dice que ate con queso sabe a beso, pero tengo que recordarle que pruebe ate con carne. Sigue sabiendo a beso, sólo que un poco menos casto. 


Entiendo que no todo el mundo disfruta meter el tenedor en platos ajenos. Yo siempre he estado rodeada de personas que si, se cambian los platos y comparten la mitad de este con la mitad de aquel y te roban el último ostión. Para mi esa es la mejor manera de comer pero sé que hay quienes son menos partidarios de la promiscuidad tenedorcil y una cosa me da pendiente con estos últimos ¿cómo haces para probar muchos sabores distintos si sólo tienes pancita para pedir dos platos?

Una solución posible es algo como el fideuá de mariscos: tiene pasta, pulpitos, camarones y un alioli que puede quitarte la tristeza de no poder meter el tenedor en el plato de los demás. Si eliges una ensalada como primer plato será más que suficiente. Porque hay que dejar espacio para el postre.


A estas alturas y ya en la tercera margarita no recuerdo nada del postre excepto que tenía peras y que me lo hubiera podido acabar sola. De hecho tampoco es mal plan ir a Bacán por un postre y un café. Este plato tenía en común con los anteriores la combinación de sabores y texturas: las peras eran firmes y la masa, blandita. Y la crema estaba llena de aire y había un toquecito ácido en forma de fruto rojo.

El resto de mi tarde fue muy difícil porque Héctor tuvo que volver al trabajo y yo me llené de melancolía instantánea. Tal vez quedarnos a ver pasar gente el resto de la tarde hubiera sido una solución, no lo sé aún. Un día de estos le voy a proponer que volvamos para averiguarlo.

Bacán está en Mexicali 4 esquina con Nuevo León. Su página oficial, aquí.





4 comentarios

  1. Hola Boti, me gusta la idea, sinceramente casi no visito restaurantes, es una pena por mí,¿ verdad?,sinceramente y a sabiendas de poder ser juzgada, en casa siempre hemos visitado los tacos de la esquina, el puesto de quesadillas y los restaurantitos típicos mexicanos con carne asada, aguas de sabores y por mucho alguna sopa de hongos. De esa forma aunque suene raro, siempre me siento extraña en los restaurantes y pienso que todos son carísimos, aunque sé que no. ¿Cuál es costo apróximado por ir a esta delicia de restaurant, considerando dos paladares prominentes? Y cómo llego de forma más rápida. Gracias.

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    1. Nosotros por eso dejamos de comer fuera con frecuencia ¡porque se gasta un montón! y cuando llega el punto en el que te acostumbras, incluso deja de ser emocionante. Por otro lado cuando digo que comer fuera es siempre una ocasión especial no me refiero a cuatro entrada y cocteles sino a la posibilidad de salir y tomarnos un tiempo. Como a Héctor y a mi nos gusta comer, nos gusta todo tipo de lugares. A veces el paseo es al mercado de coyoacán a comer unas carnitas buenísimas, a veces en fancy, a veces no. En cuanto a Bacán la cuenta promedio es de unos 450 por persona y para llegar en transporte público lo mejor es el metro chilpancingo y de ahí son unas cuadras a pie.

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  2. Que hermoso lugar. Yo también hago lo mismo con mi pareja, como salimos poco tratamos de elegir lugares especiales. Saludos desde Uruguay

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  3. Que apetecible se ve todo, y concuerdo con tigo, una salida es un tiempo para compartir y tener buenos recuerdos no tan solo es la comida sino mas bien la compañia.

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